El
papa Francisco es portada de muchos medios, en esta ocasión por una
denuncia que hace contra el cobro de servicios eclesiásticos, como
bodas, bautizos y primeras comuniones. Él encuentra que es inadmisible
que la gente deba pagar por esto, siendo que son rituales clave para
llevar una vida religiosa católica.
Además,
explica que los párrocos no pueden sacar provecho de las comunidades de
esa forma. Ellos están para guiar hacia el camino de Jesús, no para
convertir su casa en un templo del comercio. “Cuántas veces entramos en
una iglesia, aún hoy, y vemos la lista con los precios”, dijo
disconforme en una liturgia en la Casa de Santa Marta.
También
recordó un episodio de cuando recién se había ordenado sacerdote: él
conocía a una pareja que quería casarse, pero el párroco ponía problemas
porque ellos querían que se incluyera una misa, sin embargo los turnos
eran de 20 minutos y no había tiempo, lo que provocó que los jóvenes
tuvieran que pagar por 2 turnos.
Esto, según dice,
es un pecado y los fieles tienen que tener la valentía de decírselo en
la cara a quien trate de hacerles este cobro. Luego señaló: “Hay dos
cosas que el pueblo de Dios no puede perdonar: a un sacerdote apegado al
dinero y a un sacerdote que maltrata a la gente”.
Para
finalizar, llamó a los creyentes a evitar que la casa se Dios se
convierta en una “casa de negocios”, porque “la salvación es gratuita” y
las iglesias no pueden ni deben especular con esto.
FUENTE: ECUAVISA.COM
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